No hace demasiado, asistiendo al marcaje de un gavión
hiperbóreo, vimos como los anilladores tomaban muestras de los pequeños
parásitos que albergaban la cabeza de su huésped. Bueno, pues una maniobra tan sencilla como esta pone de manifiesto una información, de base genética, sobre la procedencia de las
gaviotas. Nunca imaginé que ese ser tan “detestable”
podría ser portador de una información tan valiosa.
Gracias a la especialización de los insectos pueden dilucidar relaciones filogenéticas y ayudar a comprender
ciertas conductas de sus hospedadores.
La foto de esta tarde
ha puesto de manifiesto la abundancia de parásitos que porta mi modelo en su
área capital, debido al contraste de color entre los parásitos y su huesped son fácilmente detectables en distancias
cortas y esto me recordó aquella
experiencia por tierras nórdicas que el azar puso en nuestro camino.
En esta ocasión el huesped es de una Gaviota polar o
Groenlandesa, Larus glaucoides, Iceland gull, Goeland arctique.
de la subespecie Kumlien que por fin pudo identificarse sin dudas en el puerto
de Colindres, gracias a la calidad de la observación que ha revelado los detalles que diferencian esta subespecie americana de su homóloga nominal de aguas europeas.
Agradecer a Ricardo Hevia, Toño Salazar y Xabi Varela sus comentarios y aportes para identificar coon claridad la subespecie de este animal y especialmente a Álvaro Bustamante el seguimiento y comunicación de la presencia en las diferentes áreas del puerto de Colindres. A Xulio Valeiras sus indicaciones sobre los estudios de parásitos en investigaciones oceanográficas en peces.
Agradecer a Ricardo Hevia, Toño Salazar y Xabi Varela sus comentarios y aportes para identificar coon claridad la subespecie de este animal y especialmente a Álvaro Bustamante el seguimiento y comunicación de la presencia en las diferentes áreas del puerto de Colindres. A Xulio Valeiras sus indicaciones sobre los estudios de parásitos en investigaciones oceanográficas en peces.
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