Lechuza campestre, Asio flammeus, Short-eared Owl o también para los más vanguardistas Buho campestre pero, uno que ya viste alguna cana, prefiere el nombre aprendido en aquel primer contacto, en medio de un temporal, alcanzando heroicamente las Costas Cantábricas, allá por los años... en fin mejor no lo digo.
Pues eso, "El que madruga lechuzas campestres ve", digo en plural por que he visto dos, a primera hora de la mañana, mientras pulsaba el paso de aves marinas en el Rebanal de Castro, la primera cerca, la de las fotos, atosigada por una poco hospitalaria corneja negra. La segunda, más lejana, también molestada por una aburrida gaviota patiamarilla que no tenía mejor que hacer.
A parte de esta anecdótica observación las aguas costeras seguían llenas de aves marinas, Alcatraces, pardelas cenicientas, sombrías o baleares, algúnos págalos y gaviotas.
Por lo demás el reclamo de los bisbitas ya se ha hecho habitual y de un día a otro hemos cruzado el umbral del otoño, camino de un nuevo invierno.
Más detalles en Trektellen