Foca gris, Halichoerus
grypus, Grey seal, Phoque gris. Dicen los expertos que los
ejemplares de foca gris que arriban a las costas cantábricas con los temporales
de enero, abandonan la región a las
pocas semanas una vez concluye el invierno marino.
En este caso la norma sería regresar a sus zonas de
cría al finalizar la entrada de borrascas atlánticas con mar de fondo, o lo que
es lo mismo con la llegada de la
primavera, la luz y el buen tiempo o el cambio de corrientes marinas superficiales.
Pero la excepción es este animal que ha elegido al estuario
del Asón y llegado el mes de mayo aún utiliza una boya del puerto de Colindres para
descansar, para el deleite de la población infantil y del resto, como no, de la localidad cántabra.
Sabido es que en la naturaleza,
como en la vida misma, las afirmaciones tajantes son relativas y a menudo es lo coloquialmente llamamos la "excepción
que confirma la regla"