Arao común, Uria aalge, Common Guillemot, Guillemot de Troïl. La entrada consecutiva y seguida de borrascas de los últimos días, ver ISOCERO está afectando a las aves marinas que invernan en las aguas del Golfo de Bizkaia. Un claro ejemplo son los araos comunes que durante el mes de enero se dejan ver en números inusuales en aguas costeras, abras y bahías.
En el caso de la bahía de Castro, hemos llegado a contar
hasta seis ejemplares simultáneamente. Su presencia no es casual, generalmente
se trata de aves en su primer invierno con falta de experiencia o con la condición física mermada, ya sea a causa de
fatiga, o por una alimentación inadecuada, o
por enfermedades.
El desenlace es casi siempre el mismo, las aves terminan
muriendo. Durante esta semana he sido testigo de la muerte de cinco araos, dos recogidos con vida en la
orilla y otros flotando u orillados. El de las fotos se recuperó después de
reposar en la orilla y volver al agua con ayuda. Se calaba y acicalaba con vitalidad.
Hoy no lo he visto, es posible que haya seguido su viaje invernal.
Los pronósticos no apuntan mejoría y en los próximos días entrarán
varios temporales consecutivos, en mi opinión, esto hará que aumente el número de álcidos con
problemas en aguas costeras, más si los vientos los empujan a la costa.
Según parece los frailecillos están siendo tambien víctimas del mal
tiempo, de momento estamos teniendo buenas observaciones de la especie y las
bajas observadas en esta parte de la costa son escasas. Pero en la costa francesa se están recogiendo decenas de cuerpos orillados, pirncipalmente en las playas del suroeste y en menor grado, más al norte.
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