Desde siempre me ha gustado la mar y una de las facetas más bellas e impresionantes se revela cuando azotan los temporales, es la belleza extrema de la mar arbolada restallando contra los acantilados, esos descomunales golpes de mar que llegan a sobrecoger las sensibilidades mas curtidas, sin duda un espectáculo reservado a quién quiera dejarse conmover y que desde la infancia interviene marcando nuestro carácter.
Algo similar podría pasarle a los Cormoranes Moñudos, Phalacrocorax aristotelis, con la gran diferencia de que estas aves marinas dependen directamente del medio marino costero para nacer, crecer... y morir.
En estas imágenes nos podemos hacer una idea de la dureza de sus condiciones de vida en la mar y su eficacia para poder salir adelante, más aún si las condiciones meteorológicas se sostienen durante varios días, vaya desde aquí mi emotivo homenaje.
En estas imágenes nos podemos hacer una idea de la dureza de sus condiciones de vida en la mar y su eficacia para poder salir adelante, más aún si las condiciones meteorológicas se sostienen durante varios días, vaya desde aquí mi emotivo homenaje.
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