Son escribanos lapones, Calcarius lapponicus, que se dejan ver en la
campiña cantábrica de Langre, desde al menos el día 21 de noviembre en
el que pude escuchar el reclamo de uno de ellos entre la multitud de paseriformes que se encuentran allí, sin verlo, hasta dos
días más tarde que pude ver dos ejemplares plácidamente, ayer, 10 de diciembre eran tres ejemplares, un joven y
dos adultos seguramente ♂. La buena luz, la escasa vegetación y la tranquilidad
de los pájaros me dejaron estas imágenes de esta, en
ocasiones escurridiza especie ártica, que nos visita este año.
11/12/19
27/11/19
Viaje relámpago, una hora con el Killder de Peñes
Os habéis fijado en su llamativa ceja y la variabilidad del volumen de su frente?
15/11/19
Gaviota del Cáspio. 2W
Es invierno prematuro, pero
invierno, el mal tiempo invita a quedarse
en casa, pero al otro lado de la balanza está eso que nos mueve a abandonar la
comodidad del hogar, estimulados por la probable presencia de esos ansiados visitantes
que se aventuran por nuestras tierras cuando la natura se extrema.
Entre otras, hoy estaba esta presunta, una gaviota del Caspio, Larus cachinans, de segundo invierno, mi primera cita de esta temporada, que no
está nada mal y a ella quiero dedicarle esta entrada.
Su aspecto llama poderosamente la
atención sobre el resto, y ante esto, uno no se puede reprimir y dejarse llevar, y disfrutar, y compartir... que el prematuro invierno os sea leve.
A mi querido amigo Xabi Varela, en las duras y en las más duras!
11/11/19
Yo también pasé por Las Landas...
Yo también pasé por Las LAndas, como dice un buen amigo, huyendo del ruido electoral e intentando dejar de lado el discurso político que cada vez aporta menos a la gente normal de mí pais, una pena muy grande.
Se trata de una gaviota de Sabine, Xema Sabini, ejemplar juvenil nacido el pasado verano en el ártico canadiense y que en su periplo migratorio pasa estos días por el Golfo de Bizkaia.
Se trata de una gaviota de Sabine, Xema Sabini, ejemplar juvenil nacido el pasado verano en el ártico canadiense y que en su periplo migratorio pasa estos días por el Golfo de Bizkaia.
22/10/18
Bisbita costero, Anthus petrosus, Y(362)
Especie:
Bisbita ribereño costero, Anthus petrosus, Rock pipit
Bisbita ribereño costero, Anthus petrosus, Rock pipit
Marcaje:
Tarso Izquierdo: Metal (Stavanger ED05943)
Tarso derecho: Plástico amarillo, black code: 362
Edad/sexo/biometría: F1K (hembra, eclosionada en 2018). Ala: 87 mm. Peso: 20,1 g.
Edad/sexo/biometría: F1K (hembra, eclosionada en 2018). Ala: 87 mm. Peso: 20,1 g.
Anillamiento
Fecha: 31.08.2018, 12 hrs.
Lugar: Makkevika (62º30'N-6º02'E)
Lugar: Makkevika (62º30'N-6º02'E)
(Estación Ornitológica de Giske), Giske, Møre & Romsdal, Noruega.
Observaciones: Atrapado en una trampa en nuestra estación de wader.
Anilladores: Petter Birger Folkestad / Sunnmøre Ringing Group.
Observaciones: Atrapado en una trampa en nuestra estación de wader.
Anilladores: Petter Birger Folkestad / Sunnmøre Ringing Group.
Fecha de la observación:
22/10/2018
22/10/2018
Lugar:
Santoña, Cantabria
Santoña, Cantabria
Coordenadas:
Ф: 43°26´38´´N - λ:3°27´38´´W
Ф: 43°26´38´´N - λ:3°27´38´´W
Jose Ángel Alonso y Jesús Menéndez
Distancia: 2207 km SSW. Dirección: 201 grados.
Tiempo: observado 1 mes-22 días después del marcaje)The Norwegian Rock Pipit-project
c/o Kjell Mork Soot
Hareidsvegen 234
N-6060 Hareid
Norway
kjellmorksoot@fugler.com
31/7/18
Pardelas, Delfines y el Factor H
Feno, aves, meteo y ópticas.
Sin lugar a dudas una buena combinación al final del largo periodo que da paso
a la antesala de la gran migración, eso y el equilibrio compensado de las
buenas sensaciones telúricas con mi ego, regalos que la natura cantábrica brinda,
por así decirlo.
La de hoy no ha sido una
jornada más, todo apuntaba a una grata sesión de observación de aves marinas,
básicamente pajareo de la avanzadilla de la costera cantábrica, en un contexto
de tiempo gris y adecuado.
Los pájaros han sido escasos,
el clima favorable, solo un grado más de confort me impedía andar descalzo y
así entrar en contacto directo con Gaia
Como suele suceder por norma
general en este lugar del Cantábrico, deambular de alcatraces, de pardelas, de
delfines y, como no, como es “natural” en el umbral de agosto, del turisteo
pletórico de nerviosos forasteros ávidos de experiencias diferentes, de fotos,
de selfies.
Los que pasamos por aqui todo
el año, estos meses incluso nos llegan a gustar, como no, ¡Ni siquiera hace
frío en la costa!
En fin, como le decía a David,
todo depende del estado de ánimo y últimamente ando esforzándome en sacarle el
jugo a la vida, en sobrevivir, intentando regalar sonrisas a cambio de nada, o
de todo, creo.
Como decía, o quiero decir,
mientras examinaba escrupulosamente el horizonte, ha aparecido David, sigiloso,
sin perturbar una sola brizna de hierba, ni de yerbas, su inesperado saludo me
ha sobresaltado, no lo esperaba, es lo que tiene la concentración en la
observación de aves marinas. Aún con todo, ha prevalecido la compostura y
rápido hemos conectado, como no, entre pajareros, como no, habiendo pájaros,
como no, compartiendo el momento...
Pardelas y delfines de verano,
sin más que la buena aptitud y la predisposición al disfrute del
ingenioso engranaje del mar cantábrico.
Hasta aquí todo bien, y después también, debo reseñar, después mucho que pensar.
Hasta aquí todo bien, y después también, debo reseñar, después mucho que pensar.
En un par de ocasiones, David
se ha descolgado con el mismo sigilo del inicio y ha regresado, sin
sobresaltos esta ocasión, he de decir.
Y hablando y hablando, ha
surgido el tema del maltrecho territorio, el de aquí y el de allí, el de la
campiña: la de aquí y la de allí, la belleza: la de nuestra costa y la de
la cercana cueva, esa que a pesar de su atractivo no podía visitar, una atadura no visible se lo impedía, era obvio.
Enseguida se ha desvelado la
condición de su compañera que aguardaba en el coche, impedida del libre
movimiento, impedida de la conexión con el cabo, con la mar, con el
paisaje, con la lluvia, con el frescor del verano, con la madre Gaia, con Todo.
Su cómplice, compañero y vigía;
permanecía pendiente: por la proa y por la popa: en proa las aves en busca del poniente y
que solo aquí, por muy cerca de la costa que quieras estar se dejan ver; por
popa: su compañera.
Me he acercado a ella, más con
intención de saludar que otra cosa y al ser consciente de lo que veía, la
puta realidad me ha puesto en mi sitio, un paso atrás y cobardemente me he
refugiado al calor de mi telescopio, la grandeza y la pobreza del hombre: el
Factor Humano.
Mientras, David negociaba cinco
minutos con ella, buscaba el beneplácito de su compañera, dolorida por la
obligada falta de movimiento, buscaba conocer el territorio.
Por fin, tras un adecuado
preparatorio, han encontrado su momento, una fugaz oportunidad, eso me ha
parecido apreciar, una ligera expansión a la velocidad de la brisa marina.
De regreso, notas,
sentimientos, un estrecho y emotivo saludo con el maravilloso telón de fondo
del Cantábrico y la despedida. Buena suerte compañero, en vuestro periplo
estival, será difícil olvidaros. Un abrazo.
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