Pulga de mar, Talitrus saltator, era lo que desayunaba en la lluviosa mañana de hoy este pollo de colirrojo tizón, Phoenicurus ochruros, en el muelle del puerto de Castro. No parecían hacer ascos, el volantón debía tener buen apetito, su padre no paraba de hacer viajes con crustáceos de esta especie que con la humedad de la lluvia se movían a la vista en los muros del puerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario